La realidad

sábado, marzo 31, 2012

Que es real, que es mentira, que es lo que mi mente quiere hacerme pensar o imaginar u ocultar. Buscar en cada rincón de mi mente una sensación más espectacular que la anterior, basarme en recuerdos para construir mi cielo paralelo, mi propio mundo. Mientras los recuerdos se basen en algo y la imaginación los construya, todo es posible, imaginar un futuro imposible o no imaginarlo porque no puedes y aunque puedas vas a realizar una acción y que esta sea pasto del olvido, no llegar a consumirla porque por alguna razón tú me lo impides.

Me enredo en tu pelo, mi mano temblorosa se alza al rededor de tus cabellos y ellos se entrelazan a mis dedos. La otra mano, desocupada, se decide a tocarte la mejilla como si esta llamase su atención ,como si tus ojos, tus pupilas, penetrasen en las mías y me gritasen, de alguna manera, que me necesitas, a sabiendas de que eso no es así, de que si pudieses me dejabas por otro; o no. Mis labios rotos por el frió y los tuyos arrugados por la sequedad, exhalan una brisa en la que se puede leer: bésame, bésame como nunca lo has hecho, bésame como si no hubiese un mañana ni hubiese un ayer, como si tu vida fuese dos días en el que ayer me conociste y hoy termina, bésame como si yo fuese la única, bésame como si yo fuese tu único pensamiento, bésame como la mentira besa a ciego. Alargo mi cuello, y rozo tu labio, mis dientes blancos ahora se tintan de rojo pues no aguantaron el no probarte. La sed de mi lengua te necesita, a ti, a tu saliva, a tu propia lengua. Se decide a entrar a ese lugar por donde salen mentiras, o verdades, o yo que sé que sale de ahí o no deja de entrar. Tu saliva renueva mi garganta mientras ella absorbe tu aire. Me dices que pare, tu mano separa mi pecho de tus senos, como si ya la pasión se hubiese acabado, como si se hubiese consumido la cerilla que tu misma encendiste, como si yo tuviese la culpa. Te miro y... vuelves a ser la de antes, me besas otra vez porque eso es lo que deseas de verdad, a mi, a mi persona. Cansada de buscar en otros lo que creías que me faltaba a mi y ahora te das cuenta que no me faltaba nada, que yo fui real junto a mis palabras, junto a mis deseos. Soy yo el que ahora te desplaza con el brazo porque yo no soy el segundo plato, ni el tercer cubata, ni el cuarto cigarrillo, de nadie.

Es inevitable la realidad.

1 Comentarios

  1. Dado que no he visto entradas nuevas, pues comento en estas jeje. La verdad es que no sé qué es lo que tienes a la hora de escribir, pero no puedo negar que tu estilo me encanta. Entonces me doy cuenta de que, si tanto me gusta, es porque expresas las cosas tal y como son, sin temor a nada, tal y como lo sientes. Tal vez sea experiencia propia, tal vez todo sea objeto de tu imaginación, pero haces que me lo crea y que lo sienta como si fuera yo la que estoy viviendo el momento. Y, por si fuera poco, me reprimo a mí misma por compartir contigo muchos de esos pensamientos, los cuales, no me atrevo a expresar con tanta claridad como tú lo haces. Quizás te parezca exagerado, pero yo lo veo así. Un besito, y sigue así de increíble. :D

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